Según su historial médico, la niña comenzó a desarrollar síntomas de retraso psicoquinético cuando tenía cuatro meses y desde entonces su estado se ha ido deteriorando. Hoy, la niña tiene un índice de discapacidad del 90% y sufre un dolor insoportable. Hasta el día de hoy, los médicos que la atendieron no han podido encontrar el tratamiento adecuado para ella. Siguiendo las recomendaciones de los médicos, la pequeña es sometida a sesiones de fisioterapia y terapia ocupacional dos veces por semana, en el Centro Público de Rehabilitación. Lamentablemente, su condición no muestra ningún signo de mejoría, ya que debido a la parálisis cerebral no puede realizar funciones básicas, como tragar, moverse o dormir. Durante los últimos tres años, sus padres han estado haciendo todo lo posible para aliviar su sufrimiento. Están tratando desesperadamente de encontrar médicos especializados en este trastorno. Sin embargo, el costo de estos tratamientos es inmenso. 

¡Contribuyamos todos para que Anastasia tenga una mejor calidad de vida!